Patas de madera lustrada con diseños exclusivos.
Triple abulonamiento del apoyabrazo a la estructura.
Estructura de madera reforzada.
Mayor cantidad de bandas elásticas que el promedio de la industria.
Espuma de alta densidad en asientos.
Laterales reforzados y con espumas soft.
Parte posterior reforzada con doble tapizado.
Almohadones con tecnología fibroesferas.
Packaging diseñado para el cuidado del producto.
Certificado de garantía.
Si querés un sillón resistente, que se mantenga en buenas condiciones a lo largo de los años, nada mejor que fijarse en la rigidez de la estructura. Preguntá siempre cuál es el material empleado en la estructura. Nosotros te recomendamos sillones con estructuras de madera.
El relleno de los almohadones es importante. Elegí espumas con más de 25 kg. de densidad.
En primer lugar tenés que medir la habitación donde vas a colocar el sillón y decidir cuanto espacio querés dedicarle. Hay muchísimas posibilidades: un cuerpo, dos cuerpos, tres cuerpos, esquineros, poltronas o sofás cama.
Si estamos buscando un sillón en el que nos podamos tanto sentar como recostar, la profundidad de los asientos debe tener al menos 60 centímetros.
Al apoyar la espalda contra el respaldo del sillón tus pies deben poder tocar el piso y el borde del asiento no tiene que presionar la parte posterior de las rodillas.
Color y tapizado: esto está muy ligado al carácter que pretendés reflejar en el ambiente, debido a que los colores crean sensaciones e influyen sobre nuestros estados de ánimo. En cuanto a los tapizados, podés elegir entre chenille, pana y ecocuero.
Inspira tu descanso
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