Hola, ¿cómo estás? Espero te encuentres muy bien. Gracias por pasar por aquí.
Hoy quiero hablarte del descanso, de la importancia de dormir bien. Porque cuando dormimos mal se nos nota y mucho: andamos con cara de “cu…” o distraídos por la vida, estamos odiosos o malhumorados durante todo el día y tenemos menos energía que mamá de octillizos.
Para que nada de esto te pase, quiero dejarte 6 consejos para lograr un sueño reparador.
1) Hacer ejercicio.
Todos conocemos los beneficios para nuestra salud que tiene realizar actividad física periódicamente. Hacer ejercicio no solo es bueno para nuestra salud en general, si no que también es fantástico para lograr relajarnos y dormir mejor por la noche.
Estar en forma y mantener el cuerpo activo cada día nos ayudará a alcanzar un mayor porcentaje de sueño profundo, a dormirnos antes y despertarnos menos durante la noche.
Caminá, corré, practicá un deporte, andá en bicicleta, hacé ejercicio diariamente y notarás la diferencia.
Algo muy importante que debes tener en cuenta: tu última actividad física y/o comida debe ser 2 a 3 horas antes de dormir, porque eso genera que tu cuerpo se active y se te dificulte el descanso.
2) La cama no es para…
Ver televisión, boludear “traumarnos” con el teléfono celular, utilizar la tablet o notebook, etc, son enemigos del sueño. Si lo que queremos es mejorar el descanso al final del día debemos olvidarnos de estas “malas” costumbres.
El ambiente adecuado para dormir bien debe ser libre de luz y ruido. La habitación tiene que ser un lugar que nos invite a relajarnos y descansar.
Cuando te acuestes que sea para dormir o bien para (hacer chiqui chiqui) darle paso al amor.
3) Rutinas de descanso.
Para un buen dormir es fundamental que realicemos rutinas de descanso, como por ejemplo irnos a acostar y despertarnos a la misma hora todos los días. Con esto, lograremos entrenar a nuestro organismo para relajarnos y activarnos más rápido.
Debemos cuidar nuestro lugar de descanso y eliminar todo aquello que pueda entorpecer el sueño. Como ya lo mencionamos, decile chau al celular, notebook y/o televisión al acostarte (son los tres grandes factores que perjudican la calidad del descanso).
Una ducha de agua tibia también puede ser una rutina relajante que ayuda a conciliar el sueño.
4) Grandes enemigos del sueño.
El café, el tabaco y el alcohol no son buenos aliados del descanso. Cafeína, alcohol y nicotina son enemigos directos de un sueño placentero. Controlar su consumo nos ayudará a mejorar las rutinas de sueño.
Dicho en criollo: dejá el pucho, tomá menos café y chupá menos. Te vas a sentir mejor y vas a dormir como un angelito.
5) Siestas cortas.
Este es sin dudas mi consejo preferido. ¡Amo las siestas, no soy nadie si ellas!
Es cierto, vivo en un pueblo (en una ciudad chica en realidad), donde dormir la siesta es casi un acto religioso.
Dormir la siesta es beneficioso para continuar con energía el resto del día, pero no deben ser extensas.
20 minutos de siesta nos hará sentir como nuevos y podremos encarar el resto del día con muchas pilas.
Más de 20 minutos hará que nos levantemos más “pesados” e impedirá que por la noche conciliemos el sueño.
6) ¿No te podés dormir? ¡Levantate!
Si nos acostamos y luego de 20 minutos no nos podemos dormir, entonces quiere decir que no estamos lo suficientemente relajados y, por lo tanto, nos va a costar quedarnos dormidos.
Levantate, ponete a leer un poco, y luego volvé a la cama. Dar vueltas y vueltas en la misma durante horas no hará que nos durmamos más rápido, solo logrará ponernos más nerviosos.
Y los más importante… elegí un colchón que se adapte a tus necesidades.
Dormir en un buen colchón aumenta notablemente nuestra calidad de vida.
Pasamos un tercio de nuestras vidas durmiendo (si, una locura pero es un dato real). Por eso es tan importante lograr un buen descanso.