Secuelas de no dormir lo suficiente

Es inevitable, el trabajo y el resto de nuestras actividades diarias nos hacen saltarnos o disminuir las horas de sueño. El no dormir a veces parece lo más normal del mundo, pero nos olvidamos que dormir es tan importante como comer, hidratarse y descansar.

Y no nos confundamos, descansar y dormir no es lo mismo. Ya que podemos descansar viendo la televisión o leyendo un libro, pero no estamos durmiendo.

A continuación te mostramos algunas de las consecuencias de dormir poco.

Altos niveles de ansiedad
Cuando duermes tu cuerpo se repara y elimina la tensión muscular causada por el estrés del día. Por eso, si le dedicas poco tiempo el estrés se acumula y duplica.
La conexión del cuerpo con la mente es muy intensa por lo que, si no reparas el estrés a través del sueño adecuado, se manifiesta como ansiedad.

Esta también puede estar causada por la liberación crónica de adrenalina, algo común en quienes no duermen lo necesario cada noche. Por ello, trata de dormir bien y las horas adecuadas.

Depresión
Otra consecuencia es la depresión, ya que la falta de sueño interfiere con nuestros neurotransmisores. En última instancia, esto puede conducir a una disminución de la sinapsis entre las neuronas que regulan tu estado de ánimo.

Por ello, siempre que te sientas un poco decaído o mal, piensa cuántas horas dormiste. Tal vez descubras que no es que tu vida vaya mal, sino que te faltó dormir correctamente.

Disminuye la concentración
Aunque no lo creas, el sueño interfiere directamente en el pensamiento y el aprendizaje, por lo que una de las consecuencias es el daño a estos procesos cognitivos.

Cuando no duermes por lo menos siete horas, tu atención, estado de alerta, razonamiento y la manera en que resuelves los problemas se ven gravemente afectadas. Esto hace que el proceso de aprendizaje sea casi nulo.

Además, los ciclos del sueño desempeñan un papel importante en el refuerzo de los recuerdos en la mente. Así que si no duermes las horas adecuadas no podrás recordar lo aprendido.

Problemas de obesidad y presión arterial
La melatonina regula las hormonas que te hacen sentir hambre (grelina) o saciedad (leptina). Cuando dormimos menos, los niveles de grelina aumentan y los niveles de leptina disminuyen. Esto crea el escenario perfecto para el aumento de peso y la obesidad.

Además, las personas que no duermen correctamente tienen menos probabilidades de hacer ejercicio porque están demasiado cansadas. También tienen más posibilidades de comer alimentos altos en grasas saturadas y azúcares.

Si las anteriores consecuencias no te parecen bastante indeseables, debes saber que tu salud cardiovascular también se debilita. Dormir solo de cinco a seis horas o menos por noche aumenta la presión arterial. El sueño controla las hormonas del estrés que, a su vez, regulan y aseguran una presión arterial saludable. 

Problemas en el sistema inmunitario
Cuando duermes, tu sistema inmunitario produce citoquinas protectoras, anticuerpos y células que combaten infecciones. Esto es necesario para combatir sustancias extrañas como bacterias y virus.

Si duermes poco tu sistema inmunitario no tiene la oportunidad de recuperar su fuerza y vitalidad. Por ello, es más probable que tu cuerpo no sea capaz de defenderse de las infecciones y, por ende, te enfermes con frecuencia.

Esta privación a largo plazo aumenta el riesgo de desarrollar dolencias crónicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

Envejecimiento prematuro de la piel
Otra consecuencia son las ojeras. Cuando no duermes al menos seis horas, el cortisol, la hormona del estrés, se libera en grandes cantidades.

Las mujeres que duermen mal o poco suelen mostrar signos de envejecimiento prematuro como arrugas. El cortisol en grandes cantidades puede romper el colágeno, por lo que tu piel dejará de lucir elástica, saludable y suave.

Si quieres que tu piel esté sana pero no logras resultados con las cremas y tratamientos, quizás sea buena idea dormir antes de las 10 de la noche. Recuerda que el período en que la piel se regenera va de las 10 de la noche a las dos de la mañana.

Recuerda que si el sueño no es suficiente se produce lo que se llama privación, esto puede provocar somnolencia diurna y alteraciones en la concentración y la memoria, la productividad y la estabilidad emocional, así como en la salud física. A largo plazo, dormir poco puede aumentar el riesgo de obesidad, diabetes, infarto e incidentes cerebrovasculares.

¿Estás durmiendo lo suficiente?
A continuación ofrecemos una serie de preguntas, en caso de que respondas de manera positiva a alguna o varias de ellas, es muy probable que no estés descansando lo suficiente.

– ¿Dependes estrictamente de un despertador para levantarte a tiempo?
– ¿Necesitas café o bebidas energéticas para alejar la somnolencia durante el día?
– ¿Te hacen falta al menos nueve horas de sueño para estar en marcha y activar?
– ¿Sentís sueño y cansancio cuando conduces?
– ¿Tenés problemas para dormir?

Para finalizar, te invitamos a que comiences hoy mismo a darte el permiso de dormir, porque dormir bien es de vital importancia para tu salud.

Cada organismo es diferente y por lo tanto las horas de sueño que cada persona necesita también. Lo que sí sabemos es que deben ser las suficientes como para mantenerte alerta a lo largo del día y tener la plena capacidad para ejecutar las actividades diurnas con ánimo, energía y buen humor.

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