Ácaros: nuestros enemigos íntimos e invisibles

Los ácaros (artrópodos de la familia de las arañas) son huéspedes habituales en nuestro domicilio y se acumulan especialmente en dormitorios. Los colchones pueden contener millones de ácaros microscópicos que constituyen su refugio ideal y suelen crecer en gran cantidad en épocas de altas temperaturas y lugares con niveles de humedad elevados.

A pesar de que no puedas reconocerlos a simple vista “son tus fieles y peligrosos acompañantes durante las horas de sueño”.
Este insecto se alimenta de escamas de piel humana y el lugar propicio para su proliferación suele ser tu colchón y almohada. Esto sin duda pone en riesgo tu salud, ocasionando daños a nuestros pulmones, alergias, infecciones, asma, entre otras enfermedades.Un gramo de polvo puede contener entre 2.000 y 10.000 ácaros. Su presencia no significa necesariamente que la habitación no esté limpia. Un colchón puede contener dos millones de ácaros, por lo que es posible encontrar 4.000 ácaros a cada paso.

A continuación te damos algunos consejos para que puedas evitar o minimizar la aparición de estos “intrusos” en tu habitación:

  1. Ventila tu cama
    Ventila diariamente tu dormitorio. Para ello es recomendable que abras las puertas y ventanas durante al menos 30 minutos, para que corra el aire y se renueve.

Si tiendes inmediatamente tu cama al levantarte, se quedarán atrapados millones de ácaros que se alimentan de células muertas de la piel y sudor. En cambio, una cama sin tender expone a los bichos al aire fresco y a la luz, lo que ayudará a deshidratarlos y eliminarlos.

  1. Cambia las sábanas con frecuencia
    Es recomendable cambiar las sábanas una vez a la semana. Incluso, las fundas de almohadas hasta dos veces a la semana, sobre todo si sufres problemas en vías respiratorias.

A la hora de lavar sábanas y demás ropa de cama, deberás hacerlo a una temperatura superior a los 60ºC, ya que será la única forma de acabar con los ácaros y crías que puedan haber allí. 

  1. Desinfecta tu colchón
    El secreto para limpiar el colchón y dejarlo sin ningún tipo de olor, es rociarle encima bicarbonato de sodio. Esta mezcla  ayuda a quitarle la suciedad, el sudor, las células de la piel muerta y el polvo, además de eliminar los ácaros.

Para limpiar el colchón, lo primero que debes de hacer es aspirarlos, luego, usando un colador, distribuye de manera uniforme una mezcla de bicarbonato de sodio por toda la superficie a limpiar. Deja el colchón reposar durante algunas horas, o mejor, durante todo el día. Luego aspira nuevamente para retirar todo el bicarbonato.

Si deseas obtener un olor agradable, antes de espolvorear el  bicarbonato puedes agregarle aceites esenciales naturales con propiedades desinfectantes como lo son el tomillo, el árbol de té, lavanda u otros.

No olvides también usar protectores anti-ácaros en tu colchón así puedes quitarlos fácilmente para lavarlos. Todo esto en conjunto traerá renovación y limpieza a tu colchón.Renueva tu colchón
Si tu colchón tiene 8-10 años es recomendable que lo cambies, ya que los colchones viejos acumulan una mayor cantidad de ácaros que los relativamente nuevos, y esto le resta durabilidad.

Un colchón de más de 7 años puede llegar a contener más de 2 millones de ácaros por centímetro cúbico. Si eres asmático notarás que aumenta tu tos, haces ruido al respirar y notas calor en el pecho. Tendrás que plantearte el cambiarlo.

Un colchón viejo acumula ácaros más fácilmente. Estos a su vez producen enfermedades infecciosas como la conjuntivitis.
Sospecha de tu colchón si notas picor y enrojecimiento de ojos al meterte en la cama. Presta atención también si lo notas en la piel.

No te olvides que a lo largo de toda la vida útil de tu colchón, es imprescindible efectuar limpiezas periódicas con el fin de librarnos de los temibles ácaros.

Bonus Track: ¿Cómo elegir un buen colchón?